Obama considera que la recuperación está bien encaminada y Romney considera que el proceso es lento
Washington, 5 nov (Efecom).-
La mayor economía del mundo, que en dieciocho meses de
recesión perdió 8,4 millones de empleo, ha estado creciendo durante cuarenta meses en los
cuales ha generado unos 5,5 millones de empleos, pero el ritmo de recuperación está en el
centro del debate en esta elección presidencial en EE.UU.
El presidente Barack Obama, que busca la reelección, afirma que la recuperación está bien
encaminada y que no puede resolverse en un par de años lo que descarriló durante una
década. El candidato republicano, Mitt Romney, sostiene por el contrario que la lentitud de la
reactivación resulta de la excesiva intervención gubernamental y propone un retorno a la
desregulación y a la confianza en los mercados libres.
En el trimestre inmediatamente anterior al inicio de la gestión presidencial de Barack Obama
la economía estadounidense se contrajo a una tasa anualizada del 6,3 %, la mayor caída en un
cuarto de siglo y las ganancias empresariales tuvieron su reducción mayor en cincuenta y
cinco años.
En todo 2008 la economía creció apenas un 1,1 %, y sólo como resultado del estímulo al
consumo en la forma de una devolución de impuestos por 155.000 millones de dólares. El año
2009 se cerró con una contracción del producto interior bruto del 3,1 %. En 2010 el PIB de
EEUU creció un 2,4 %, en 2011 un 1,8 %. En el primer trimestre de este año, 2012, el
crecimiento del PIB apuntaba a un ritmo anual del 2 % que bajó al 1,3 % entre abril y junio, y
volvió a subir al 2 % en el tercer trimestre.
El índice de desempleo estuvo por encima del 8 % de la fuerza laboral durante cuarenta y tres
meses, y está en el 7,9 % el día de la elección en la que Romney se presenta como un
ejecutivo financiero con la experiencia y el tino para acelerar la reactivación económica.
Obama propone una combinación de recortes de impuestos para la clase media, aumento de
impuestos para los ricos e inversión gubernamental para estimular el empleo.
Por su parte, Romney ofrece una fórmula que baja impuestos, baja gastos del
gobierno en
programas sociales y crea 12 millones de empleos, aunque no explica cómo. El sector
manufacturero, que ha estado al frente desde el fin de la recesión en julio de 2009, sigue
añadiendo puestos de trabajo aunque a menor ritmo que el año pasado, en un retorno del
músculo fabril estadounidense que hace cuatro años encaraba el colapso de su industria de
vehículos automotores.
La construcción, una industria que emplea a muchos trabajadores directamente y genera
empleos en una gran variedad de negocios, ha mostrado signos de reactivación, lenta pero
sostenida, como la del resto del país, durante varios meses. De acuerdo con las cifras
disponibles más recientes de la Oficina del Censo, a fin de 2009 el 18,7 % de las personas en
Estados Unidos vivía por debajo del "nivel de pobreza", la proporción más alta desde que en
1993 terminó una docena de años de gobiernos republicanos.
Después de que a mediados de 2011 Estados Unidos sufriera la primera rebaja de crédito en
su deuda soberana, el Congreso dominado por los republicanos y el presidente Obama
llegaron a un pacto que postergó hasta después de las elecciones la solución a un déficit que
suma un billón de dólares anuales y una deuda que roza los 16 billones de dólares.
Ese pacto estipula que, si antes de fin de este año el Congreso renovado y el presidente
Obama, reelegido o de salida, no llegan a un nuevo acuerdo, entrarán en vigor cortes
automáticos en todo el presupuesto, y se terminarán todas las reducciones de impuestos
promulgadas en la era del republicano George W. Bush.
Ese llamado "precipicio fiscal" es la mayor preocupación económica hoy en Estados Unidos y
el resto del planeta entre quienes miran un poco más allá del resultado electoral, porque la
combinación de ambos efectos (subida de impuestos y recorte de gastos) podría precipitar a
la primera economía del mundo, de nuevo, en la recesión.
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